En Pakistán hay apagones de diez horas diarias. La economía de Laos se para debido al aumento del precio del carburante, y su moneda se desploma. Estados Unidos es incapaz de cubrir su propia demanda energética, mientras intenta refinar diésel a la desesperada. La Agencia Nacional de Petróleo, Gas Natural y Biocombustibles de Brasil acaba de anunciar que tendrán escasez de gasóleo este mes de junio. Argentina y Senegal tienen también graves problemas de suministro. El aeropuerto de Johannesburgo, en Sudáfrica, no dispone de keroseno para repostajes y los aviones han de desviarse a otros aeropuertos para abastecerse. Nigeria, gran productor mundial de petróleo, ha decretado la supresión de la mayoría de los vuelos domésticos e internacionales por falta de combustible. Las bombas de gasolina de Kenia están secas. Níger prohíbe las exportaciones de refinados.